Vietnam es un punto brillante de la economía mundial con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 8,02% en 2022 y el Gobierno fijó un objetivo de expansión del 6% al 6,5% en 2023, en medio de las fluctuaciones económicas mundiales.
Contribuye a esos resultados el sector agropecuario con un valor agregado del 3,6 % en 2022, y un ingreso por las exportaciones superior a 53 mil millones de dólares (con un superávit de 8,5 mil millones de dólares, equivalente al 75% del valor total).
Agricultura desempeña papel importante en desarrollo económico
El sector agrícola se considera como el pilar de la economía vietnamita, especialmente durante la pandemia de la COVID-19. La agricultura contribuyó significativamente al crecimiento del PIB nacional y a la garantía de la seguridad alimentaria y otras cuestiones sociales.
A criterio del viceministro de Agricultura y Desarrollo Rural Phung Duc Tien, más que “la columna vertebral”, el sector agrícola deviene el motor de crecimiento de la economía del país.
En 2022, la producción de arroz alcanzó los 42,66 millones de toneladas, con un alto rendimiento de 60,2 quintales por hectárea, atendiendo las necesidades de consumo interno, procesamiento y exportación.
El valor de las exportaciones agrícolas registró una cifra récord de 53,22 mil millones de dólares, un 9,3% más que en 2021. Entre ellos, siete grupos de artículos con una facturación por encima de tres mil millones de dólares.
Transformar modelo de producción agrícola en una economía agraria
La mentalidad de los exportadores agrícolas, forestales y pesqueros ha cambiado, de centrarse en la producción a prestar atención a aumentar la calidad y el valor del producto, para beneficio de las empresas y los agricultores.
El arroz de alta calidad representa actualmente el 80-90% de las exportaciones totales de este grano. En 2022, las ventas externas de arroz alcanzaron casi 7,3 millones de toneladas para un valor de 3,54 mil millones de dólares, representando aumentos respectivos de 16,3% y 6,9% en comparación con 2021.
El precio promedio de exportación del arroz vietnamita es de 485 dólares por tonelada, el más alto del mundo. La Asociación de Alimentos de Vietnam (VFA) atribuyó la subida del precio a la exportación de arroz fragante y de alta calidad. Las exportaciones de productos acuáticos también alcanzaron un récord de 11 mil millones de dólares, un 23,5% más que en 2021.
En cuanto al mercado de exportación agrícola, Asia representa el mayor porcentaje con el 44,7%, seguido por América (27,4%), Europa (11,3%), Oceanía (1,7%) y África (1,7%). Estados Unidos sigue siendo el mayor mercado receptor con 13,3 mil millones de dólares (25% del valor total), seguido por China con más de 10 mil millones de dólares, Japón (4,2 mil millones), y Corea del Sur (2,5 mil millones).
Según el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Le Minh Hoan, en el contexto de la pandemia de la COVID-19, la agricultura ha afirmado su papel y posición en la economía del país.
Mejorar la infraestructura rural y elevar el nivel de vida de las personas
El desarrollo continuo en un período extremadamente difícil de la economía muestra que el sector agrícola no solo apoya al crecimiento, sino que también es esencial para la vida de decenas de millones de personas, agricultores y residentes rurales.
De acuerdo con datos oficiales, el número de comunas que cumplen con los nuevos criterios rurales es del 73,06% (de un total de casi 10 mil 600 comunas en el país) y 255 unidades distritales han completado la tarea de construcción de nuevas áreas rurales (de un total de 705).
Si el Programa de Objetivo Nacional de Construcción de Nueva Ruralidad para el período 2010-2020 ha cambiado “el rostro” de esas áreas en todo el país con el mejoramiento de la infraestructura, el programa similar en el lapso 2021-2025 se centra en mejorar el nivel de vida y los ingresos de la población rural de manera sostenible.
Las personas juegan un papel muy importante al ser la principal fuerza que participa directamente en los esfuerzos por hacer más civilizadas las zonas rurales. En el proceso de construcción de la nueva ruralidad, los pobladores disfrutan de los frutos del desarrollo.
Además, las localidades en el país han apoyado a personas, empresas y cooperativas en impulsar la implementación del programa “Una Comuna Un Producto (OCOP)”, lo que contribuye significativamente al desarrollo de las especialidades locales, generando empleos y elevando los ingresos de la población rural.
La calidad del agua de los hogares ha mejorado continuamente. El 99,7% de los hogares urbanos y el 97,4% de los rurales tienen acceso a agua potable. Mientras, el 99,5% de los hogares cuentan con electricidad.
En 2022, el área residencial promedio per cápita alcanzó los 27,2 metros cuadrados. La proporción de hogares que viven en viviendas permanentes y semipermanentes ha llegado al 96,8%. Este es también uno de los indicadores importantes que reflejan la mejora de la calidad de vida de los residentes./.