
A 50 años de la Liberación del Sur y la Reunificación Nacional (30 de abril de 1975), la economía de Vietnam ha experimentado transformaciones notables. El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita pasó de solo 232 VND (equivalente a unos 80 dólares) en 1975 a cuatro mil 700 dólares en 2024. El PIB se disparó de ocho mil millones de dólares en 1986 a 476,3 mil millones de dólares en 2024, es decir, unas 59,5 veces más. Estas cifras reflejan el camino de desarrollo económico que ha marcado una gran diferencia para el país, abriendo paso a una nueva era: la del ascenso de la nación.
Cambios positivos
El proceso de Renovación (Doi Moi) de Vietnam comenzó en 1986, pero fue entre 1991 y 1995 que el mecanismo de mercado con gestión estatal a través de leyes, planes, políticas y otras herramientas empezó a generar resultados positivos.
El país fue saliendo gradualmente del estancamiento y la recesión. La economía alcanzó logros significativos, incluyendo una tasa de crecimiento relativamente alta y sostenida. La mayoría de las metas primarias fueron superadas, con un crecimiento promedio del PIB de 8,2% anual en todos los sectores económicos, que experimentaron tasas de expansión relativamente sólidas.


El PIB promedio entre 1996 y 2000 fue del 7% anual. En el período 2001-2005, el proceso de renovación se profundizó y logró ciertos resultados, con un PIB del 7,5% anual, particularmente 8,4% en 2005. Entre 2006 y 2010, Vietnam pasó de ser un país de bajos ingresos a uno de ingresos medianos bajos, con una tasa de crecimiento del 7,26% anual.
De 2011 a 2020, Vietnam registró un crecimiento promedio de casi 6% anual, y una economía de 271,2 mil millones dólares (o 343,6 mil millones de dólares según reevaluación de la Oficina General de Estadísticas en 2020). El ingreso per cápita promedio en 2020 fue de dos mil 779 dólares (o tres mil 521 dólares reevaluado).
Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) de 2023, la economía de Vietnam estaba valorada en unos 433,3 mil millones de dólares, siendo la quinta más grande del Sudeste Asiático y la número 35 del mundo.





En un contexto de muchas dificultades y desafíos, la economía vietnamita alcanzó una tasa de crecimiento del PIB de más del 5% en 2023, con señales positivas de los sectores de exportación e inversión extranjera directa. (Foto: VNA)
En 2024, la economía alcanzó los 476,3 mil millones de dólares con una tasa de crecimiento del PIB de alrededor del 7,09%. Las organizaciones internacionales de prestigio continúan valorando positivamente la economía de Vietnam.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que el PIB del país llegará a 506 mil millones de dólares en 2025, ocupando el puesto 33 a nivel mundial.

Inversión extranjera, hitos importantes
Durante casi 40 años de atracción de inversión extranjera, el período de 1988 a 2000 fue la fase inicial. En 1988 se otorgó la primera licencia para un proyecto de inversión extranjera directa (IED) en la provincia sureña de Ba Ria-Vung Tau. A partir de 1991, la IED comenzó a crecer rápidamente, marcando la primera ola de inversiones en el país. El número de proyectos y el capital registrado batieron récords consecutivos. Entre 1991 y 2000, Vietnam recibió 45,49 mil millones de dólares en capital registrado y 20,67 mil millones de dólares en capital desembolsado. En este período, el PIB de Vietnam creció un promedio de 7,56% anual, siendo el PIB en el año 2000 unas 2,07 veces mayor al de 1990.



Entre 2001 y 2010, el capital total registrado de IED alcanzó los 168,88 mil millones de dólares, y el capital desembolsado fue de 58,48 mil millones de dólares, lo que representa un aumento de 3,32 y 2,85 veces, respectivamente, en comparación con el período 1991–2000. El sector de inversión extranjera jugó un papel crucial en la transformación del modelo de crecimiento de Vietnam, pasando de uno extensivo a uno más intensivo.Un hito importante fue en 2006, cuando Vietnam recibió sus primeros proyectos multimillonarios de empresas extranjeras importantes como Intel (fabricante de chips de Estados Unidos y Posco (grupo siderúrgico de Corea del Sur). Esto marcó el inicio de la segunda ola de inversión. En 2008, el capital registrado de IED alcanzó un récord de casi 72 mil millones de dólares. Ese mismo año comenzó la construcción de la primera fábrica de Samsung en Vietnam, en la provincia norteña de Bac Ninh, convirtiendo a Samsung en el mayor inversor de IED en el país.

En el período 2011-2020, el capital registrado total alcanzó los 270,6 mil millones de dólares y el capital desembolsado fue de 152,3 mil millones de dólares, respectivamente 1,6 y 2,6 veces más que el período 2001-2010.
A fines de este período, en 2020, el sector de IED representaba el 20 % del PIB y alrededor del 55% del valor total de la producción industrial, contribuyendo significativamente a la formación de varias industrias clave como petróleo y gas, electrónica, productos químicos, automóviles, motocicletas, tecnología de la información, telecomunicaciones, acero, cemento, procesamiento agroalimentario, cuero y calzado, y confecciones textiles.









El sector de IED ha contribuido de manera importante a la formación de varias industrias clave en Vietnam. (Foto ilustrativa: VNA)
Sin embargo, en esta tercera ola, el capital de IED no creció bruscamente como en 2005-2008, sino que aumentó de forma constante. Las fusiones y adquisiciones (M&A) comenzaron en 2014 y se convirtieron gradualmente en una nueva tendencia de inversión.
En 2020, la pandemia de la COVID-19 provocó una “caída” inevitable en la economía global, pero afortunadamente la economía vietnamita en general, y los flujos de IED en particular, no cayeron en recesión. Entre 2021 y 2023, el capital registrado de IED alcanzó los 94,98 mil millones de dólares y el capital desembolsado fue de 65,32 mil millones de dólares. En 2023, la IED representó el 16,1% del capital total de inversión social. Algunas grandes corporaciones como Apple, Dell, Foxconn, Pegatron y Nike trasladaron parte de su producción a Vietnam. Muchas grandes empresas de electrónica y semiconductores como Samsung, Synopsys, Qualcomm, Infineon, Amkor y Nvidia continúan ampliando sus actividades de cooperación e inversión. Sin embargo, según algunos expertos, aún no ha llegado la cuarta ola de inversión.


Expectativas en las nuevas tecnologías
Durante las últimas cuatro décadas, la IED ha contribuido al desarrollo socioeconómico y a la integración económica internacional. En 1995, la participación en exportaciones de empresas nacionales y extranjeras era del 73% y 27%, respectivamente. Esta proporción se ha invertido, y el sector de IED representa actualmente más del 70%. En los primeros tiempos, la mayor parte del capital se destinó al sector de confección y calzado, intensivo en mano de obra y de bajo valor agregado. Pero para fines de 2024, la proporción de capital invertido en la industria de procesamiento y manufactura alcanzó casi el 50%.
Además, la Resolución 50-NQ/TW del Buró Político sobre la estrategia de cooperación en inversión extranjera hasta 2030 ha fijado nuevas metas. Vietnam aspira a aumentar la proporción de inversión de Estados Unidos y atraer más corporaciones multinacionales, entre las 500 más grandes del mundo según la revista Fortune.

Para aprovechar la cuarta ola de inversión son necesarias reformas institucionales significativas. Un avance clave en este sentido es la Resolución 57-NQ/TW del Buró Político, que traza orientaciones para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación. Esta Resolución introduce políticas preferenciales relacionadas con impuestos, apoyo financiero y reformas administrativas, con el objetivo de simplificar los procedimientos de inversión y concesión de licencias. Como resultado, Vietnam se vuelve más atractivo para las corporaciones de IED que operan en sectores como semiconductores, tecnología digital e inteligencia artificial.
Nguyen Mai, expresidente de la Asociación de Empresas con Inversión Extranjera de Vietnam
Al alentar a las empresas e instituciones de investigación a invertir más en la investigación y desarrollo (I+D), esta Resolución busca mejorar la calidad tecnológica de la producción y promover la aplicación de nuevas tecnologías. También fomenta la cooperación internacional en ciencia y tecnología, ayudando a conectar a Vietnam con recursos, tecnologías y mercados globales. Para apoyar este sector, es esencial completar el marco legal, establecer un sistema de monitoreo y evaluar regularmente la efectividad del uso del capital en ciencia y tecnología.



El doctor Phan Huu Thang, exdirector del Departamento de Inversión Extranjera del Ministerio de Planificación e Inversión (hoy Ministerio de Finanzas), destacó la importancia de la transferencia tecnológica y el fortalecimiento de los vínculos entre el sector de IED y las empresas nacionales. La transferencia de tecnología entre empresas vietnamitas y extranjeras no ocurrirá si la industria nacional de apoyo no se desarrolla lo suficientemente rápido para proporcionar formación de recursos humanos en alta tecnología.
Actualmente, el mercado ha registrado señales positivas. En los dos primeros meses de 2025, el capital registrado de IED en Vietnam superó los 6,900 mil millones de dólares, mientras que el capital desembolsado fue de 2,95 mil millones de dólares, un aumento del 35,5% y 5,4% respectivamente con respecto al mismo período del año anterior. En su último informe de actualización, Savills Vietnam —empresa consultora y gestora inmobiliaria con sede en el Reino Unido— destacó que Vietnam se está convirtiendo en un destino estratégico para los gigantes tecnológicos gracias a su ubicación geográfica favorable en la cadena de suministro global. Esto se evidencia con la presencia de corporaciones como Intel, Amkor, Nvidia, Infineon, Marvell y Hana Micron, líderes mundiales en la industria de semiconductores.



El capital de IED en el mercado de valores de Vietnam en 2025 también regresará con fuerza.
dijo Michael Kokalari, Director de Análisis Macroeconómico e Investigación de Mercado de VinaCapital
El fortalecimiento del sistema de educación superior de Vietnam, particularmente en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), es crucial para que el país alcance su potencial en las industrias de alta tecnología. Además, simplificar los procedimientos administrativos es un paso vital para estimular el crecimiento económico continuo./.
