Corea del Norte

A inicios de 1950, Vietnam y Corea del Norte establecieron las relaciones diplomáticas, las cuales se han desarrollado a lo largo de casi siete décadas.

Tres reporteros de diferentes generaciones de la Agencia Vietnamita de Noticias (VNA), quienes tuvieron la oportunidad de figurar entre los pocos periodistas extranjeros que visitaron Corea del Norte en el período 1988-2002, comparten sus inolvidables recuerdos sobre un país pacífico y misterioso en Asia.

La estricta disciplina de defensa

En septiembre de 1988, el presidente del Consejo de Estado vietnamita (ahora equivalente a presidente del país) Vo Chi Cong realizó una visita oficial a Corea del Norte, durante la cual condecoró al presidente Kim Il-sung con la Orden de Estrella Dorada, la insignia más alta concedida por el Estado de Vietnam a los colectivos e individuos con destacados méritos en la causa revolucionaria del pueblo. Para el veterano periodista Minh Dien de la VNA, fue un honor acompañar al dirigente vietnamita durante ese histórico acontecimiento. Sobresale en su memoria la severa disciplina de defensa de los norcoreanos.

El presidente del Consejo de Estado vietnamita Vo Chi Cong visitó en 1988 la Torre de Juche en Pyongyang. (Foto: Minh Dien)
El presidente del Consejo de Estado vietnamita Vo Chi Cong visitó en 1988 la Torre de Juche en Pyongyang. (Foto: Minh Dien)

“Parecían muy serios. En cualquier lugar respetaban la disciplina, nunca se empujaban, incluso alrededor de los extranjeros. Los pobladores locales saludan a cualquier visitante foráneo, incluso los agricultores que estaban en los campos de arroz, que hicieron gesto de saludo con la mano, estando todos rectos, de pie,” así comenzó Minh Dien su narración.

“Esa vía era como el paralelo 17 de Vietnam en el pasado.”

“Los norcoreanos siempre mantenían una alta disciplina de defensa. A lo largo de nuestro camino de 40 kilómetros desde Panmunjeom hacia Pyongyang, vimos que los grandes árboles fueron cortados en una misma dirección, de manera que en caso necesario se les pudiera utilizar como obstáculos. Esa vía era como el paralelo 17 de Vietnam en el pasado.” (El paralelo 17 fue la línea de separación entre el norte y el sur de Vietnam durante la guerra)

“Recibimos la calurosa bienvenida de los anfitriones. Kim Il-sung se reunió con Vo Chi Cong varias veces, y pese a que en todas esas las ocasiones solo tuvimos algunos minutos para tomar las fotos, sentimos una atmósfera muy abierta, alegre y amistosa. Kim Il-sung era una personalidad agradable y siempre sonriente. Los oficiales de protocolo, y los funcionarios en Pyongyang, eran muy acogedores,” continuó.

El presidente del Consejo de Estado vietnamita Vo Chi Cong y niños norcoreanos. (Foto: Minh Dien)
El presidente del Consejo de Estado vietnamita Vo Chi Cong y niños norcoreanos. (Foto: Minh Dien)

Un país misterioso y pacífico

En mayo de 2002, el presidente vietnamita Tran Duc Luong realizó una visita oficial a Corea del Norte. Al acompañar al dirigente vietnamita, el periodista Trong Nghiep de la VNA vivió y trabajó cuatro días en Pyongyang. Esa estancia, aunque corta, le brindó profundas impresiones, sobre todo la percepción sobre un país misterioso, pacífico, y extrañamente cercano. “Antes de partir hacia Corea del Norte, intenté buscar informaciones sobre ese país, las cuales resultaban muy escasas a inicios del siglo XXI,” recordó.

Encuentro entre el presidente Tran Duc Luong y el titular del Presidium de la Asamblea Popular Suprema de Corea del Norte, Kim Yong-nam. (Foto: Trong Nghiep)
Encuentro entre el presidente Tran Duc Luong y el titular del Presidium de la Asamblea Popular Suprema de Corea del Norte, Kim Yong-nam. (Foto: Trong Nghiep)

Corea del Norte nunca cesó de sorprenderme. Tras el acto de recibimiento en el aeropuerto de Sunan, la delegación viajó hacia Pyongyang, la “capital misteriosa” como la llamó Trong Nghiep.

“Era una ciudad extraña, donde incluso por la mañana casi no había tráfico. Las calles estaban casi vacías, y los automóviles eran en su mayoría antiguos modelos soviéticos. Por la noche tampoco había tiendas ni cafeterías abiertas. En nuestro hotel solo había  un establecimiento donde se vendían alcohol y dulces, sin marca extranjera alguna,” describió.

Tran Duc Luong y Kim Yong-nam presenciaron la firma del Tratado de cooperación, efectuada el 3 de mayo de 2002 en Pyongyang.(Foto: Trong Nghiep)
Tran Duc Luong y Kim Yong-nam presenciaron la firma del Tratado de cooperación, efectuada el 3 de mayo de 2002 en Pyongyang.(Foto: Trong Nghiep)

Especialmente, fue muy difícil comunicarse con los lugareños. Según Trong Nghiep, los empleados en el hotel nunca hablaban con los extranjeros. Si se les preguntaba algo en inglés, solo sacudían la cabeza. Las calles en Corea del Norte hace 17 años eran también ..extraordinarias. “Cuando viajábamos desde Pyongyang hacia el sitio conmemorativo a Kim Il-sung, nos dimos cuenta de que el sistema de transporte era muy bueno. Una vía de 100 kilómetros de largo estaba cubierta perfectamente de asfalto. Pero solo vimos en esa perfecta ruta algunos camiones y grupos de peatones caminando tranquilamente con sus bicicletas a un lado,” continuó.

El trabajo periodístico en Corea del Norte fue diferente al que se realizó en otras naciones, y enfrentó numerosas dificultades.

El presidente Tran Duc Luong asistió un programa artístico celebrado en el Palacio Infantil de Pyongyang para darle la bienvenida. (Foto: Trong Nghiep)
El presidente Tran Duc Luong asistió un programa artístico celebrado en el Palacio Infantil de Pyongyang para darle la bienvenida. (Foto: Trong Nghiep)

“A diferencia de los eventos en otros países, no obtuvimos el acceso a los encuentros de alto nivel, pues un grupo de guardias siempre mantuvieron la distancia entre los reporteros y los dirigentes. Solo pudimos tomar las fotos a distancia, y todas las informaciones se transmitieron a través de la Oficina Presidencial y la Cancillería de Vietnam”, precisó.

Ese escenario le trajo la memoria sobre la ruralidad del norte de Vietnam en los años 70 del siglo XX. 

Pero la Corea del Norte de los años 2000 no solo fue un misterio. Para los visitantes de Vietnam, fue también un país sorprendentemente cercano y familiar, en la manera más sencilla posible.

Trong Nghiep nunca olvida el momento en que vio a través de la ventana del coche las pequeñas granjas ubicadas a lo largo de la ladera de una colina y las viviendas que parecían cajas con las ventanas siempre abiertas. Dentro de las mismas, los ancianos disfrutaban de los rayos del sol. Ese escenario le trajo a la memoria la ruralidad del norte de Vietnam en los años 70 del siglo XX.

País cada día más moderno

A cinco años del viaje de Trong Nghiep, otro reportero de la VNA llegó a Corea del Norte. En octubre de 2007, el periodista Xuan Tuan acompañó al secretario general del Partido Comunista de Vietnam (PCV) Nong Duc Manh durante su visita oficial a ese país, en respuesta a la invitación del secretario general del Partido del Trabajo Kim Jong-il. La actividad se realizó en medio de un avance importante en las negociaciones sobre el proceso de paz en la Península de Corea. La segunda cumbre intercoreana también alcanzó resultados positivos.

Nong Duc Manh y Kim Jong Il durante el acto de recibimiento en el aeropuerto internacional de Sunan, el 16 de octubre de 2007. (Foto: Xuan Tuan)
Nong Duc Manh y Kim Jong Il durante el acto de recibimiento en el aeropuerto internacional de Sunan, el 16 de octubre de 2007. (Foto: Xuan Tuan)

La visita de Duc Manh tuvo como objetivo fortalecer las relaciones de amistad tradicional entre los dos pueblos, mediante la ratificación del deseo de Vietnam de desarrollar los vínculos con Corea del Norte.

A su sorpresa, vio una nación que ha sido modernizada y llegó a ser cada día más moderna.

Como sus predecesores, antes de llegar a ese país Xuan Tuan imaginó que en Corea del Norte enfrentaría muchas dificultades. Para su sorpresa, vio una nación moderna.

“Los residentes de Pyongyang, con vestidos tradicionales, esperaron en el aeropuerto y a lo largo de la vía, desde Sunan hasta la casa de huéspedes del gobierno. Con flores y banderas de los dos países en la mano, saludaron a la delegación de alto nivel de Vietnam.

Sentí como si toda la gente salía a las calles para dar la bienvenida a los visitantes, los cuales, para ellos, eran amigos muy cercanos.

Desde el inicio hasta el fin de la visita, la delegación vietnamita siempre disfrutó de la hospitalidad de los anfitriones, especialmente del presidente Kim Jong-il, quien  estuvo en el aeropuerto para recibir y despedir a los visitantes,” recordó.

El secretario general del Partido Comunista de Vietnam Nong Duc Manh  y el secretario general del Partido del Trabajo Kim Jong Il  (Foto: Xuan Tuan)
El secretario general del Partido Comunista de Vietnam Nong Duc Manh y el secretario general del Partido del Trabajo Kim Jong Il (Foto: Xuan Tuan)

De acuerdo con Xuan Tuan, en 2002 las infraestructuras y el sistema de transporte en Pyongyang estaban muy bien organizados. Los carriles se separaban de forma clara, y los vehículos públicos operaban con fluidez. “Aunque los medios eran un poco anticuados, los pobladores siempre respetaban la ley, y la gestión del sistema de transporte resultó muy eficiente,” subrayó.     Al contrario de lo que imaginaba, Pyongyang en particular, y Corea del Norte en general, fueron una mezcla de la modernidad urbana y la tranquilidad rural. Hasta ahora, no puede olvidar una aldea tradicional que visitó la delegación vietnamita aquel día. Casas tras casas, jardines tras jardines, sin valla alguna. Tras la cosecha, los productos agrícolas se mantenían en los campos, sin preocupaciones de robo.

“Los norcoreanos vivían de manera muy sencilla y simpática. Ese estilo de vida nos brindó un nuevo punto de vista sobre ese país,” afirmó.

Encuentro entre el secretario general del Partido Comunista de Vietnam Nong Duc Manh  y el secretario general del Partido del Trabajo Kim Jong Il  (Foto: Xuan Tuan)
Encuentro entre el secretario general del Partido Comunista de Vietnam Nong Duc Manh y el secretario general del Partido del Trabajo Kim Jong Il (Foto: Xuan Tuan)